Garra de Tigre

domingo, 7 de abril de 2013



Graciela Huinao Alarcón, poeta mapuche williche:


“TODO es poesía”


Apenas la vi me sonrió. Habíamos quedado de reunirnos a las afueras del Metro Universidad de Chile un frío viernes 5 de octubre. Llegó puntualmente (tal como me advirtió). A eso de las 16:35, comenzamos a caminar por paseo Ahumada, buscando un lugar tranquilo para conversar. Me impresionó su voz dulce y su caminar sereno. Sus botines negros no mostraban más allá de su pequeño pie, sin embargo su apertura y disposición fue total…
 Tras acomodarnos en un conocido café santiaguino, me contó acerca de los maestros que tiene en su casa hace unos días y de la intervención que han hecho en el lugar.
Graciela vive sola en un departamento en la comuna de Pudahuel. Llegó hace casi  treinta y tres años a la capital, desde su natal Osorno y permanentemente viaja al sur al que ella llama “su  verdadero hogar”.
 Pidió un strudel de manzana y un café con leche… se acomodó en la silla y habló largo y tendido sobre distintas cosas: sus trabajos actuales, su participación en congresos literarios, talleres y desafíos personales.
Puso sobre la mesa dos ejemplares de Walinto, poemario publicado en 2005 y  una copia de su último libro Desde el fogón de una casa de putas Wuilliche que será lanzado oficialmente el próximo 12 de octubre en Osorno, día de la raza, un día que para ella tendrá ahora, un sabor más dulce.
De gran sencillez, ojos oscuros, profundos y brillantes, sonrisa fácil y diestra oralidad, respondió largamente todas las preguntas sobre su vida, obra y más.

-¿Qué es para ti escribir?
-Mi vida. El aire. Cuando escribo se me olvida todo lo demás.
  Con Graciela, las historias surgen como si el fogón no hiciera falta… cuenta que su afición por la escritura es tal,  que una vez habiendo concertado una cita para almorzar y ver una película a las 15:00, y proponerse seriamente no escribir ese día (no tentarse con su computador) sucumbió inevitablemente y se arrojó a la pasión de los versos… cuando en eso, -dice- tocan su puerta y al abrir se encontró frente a frente con la noche y su cita. Hecho ante el cual, confiesa haber salido del paso, señalando que “ya estaba lista para salir”.
  También cuenta que muchas veces mientras duerme piensa en sus versos… y si se le ocurre algo interesante se levanta, independientemente de la hora, a terminarlos y que tiene tanta suerte porque aun cuando interrumpe su sueño, al volver a su cama, lo retoma de inmediato.  Su fuente de inspiración es el pueblo mapuche y entre la prosa y el verso, se queda con el verso, pues para ella “TODO es poesía”.
  Respecto de las motivaciones que tiene para escribir, señala que la principal es “la memoria”. Después de eso, agrega: “hoy se ha perdido la oralidad dentro de las comunidades Mapuche, la televisión y el computador lo han reemplazado…”. (Hace una pausa y continua) mi hermana mayor me incentivó desde pequeña, me leía poemas de García Lorca y Delia Domínguez y me hacía adivinar…  Agrega que su hermana es una artista no desarrollada y que recién ahora se estaría dedicando a la escritura.
 Nuevamente sus ojos brillan y su memoria me vuelve a sorprender con un relato impactante de su adolescencia: a eso de los 14-15 años, Graciela  tenía tres cuadernos con poemas, que guardaba celosamente en un bolso café. Un día viajó en tren y éste se incendió. Ella viajaba con su prima y como ella permaneció impávida ante el fuego que peligrosamente se acercaba hacia ellas, Graciela la ayudó a salir por la ventana y una vez que estuvieron a salvo, se acordó del olvido de su preciado bolso, perdiendo de este modo todos sus escritos…  (Dice que eran MUY BUENOS).
 Como pensé, las pérdidas han marcado la vida de Graciela. Por ello me animé a preguntarle por la pérdida de sus padres, ocurrida cuando ella era una niña. “Surgieron grandes responsabilidades, fue un crecimiento acelerado”, fue todo lo que me dijo.  Años más tarde se vino a Santiago “porque aquí estoy cerca de todo y yo buscaba masificar mi obra”.
 Comenzó arrendando una pieza y fue en ese entonces en donde comenzó la difusión de su obra. Fue publicada en Nueva York antes que en Chile. Riendo me cuenta que no sabe cómo llegaron sus poemas a los Estados Unidos, pero reconoce que ella los andaba repartiendo siempre. Los dejaba en la sociedad de los escritores y en casi todos los lugares que podía.

 Recuerda que en ese tiempo arrendaba una pieza minúscula, cuando un día la casera le indicó con asombro que la llamaban desde EE.UU. Al principio no se lo creyó, pensó que era una broma. Cuando finalmente atendió la llamada, su sorpresa fue total: le pedían que mandara más poemas, porque se los iban a publicar en un libro. Incrédula, preguntó cuánto le pagarían y al recibir la respuesta, su risa y perplejidad aumentó. Finalmente accedió y envió los poemas elegidos. Recibiendo, al cabo de unos meses, un cheque que le permitió comprarse su primer y “aparatoso” computador.
Aquel paso fue importante, de algún modo expandió el horizonte y con ello otras problemáticas se instalaron.

-Siempre te preguntan sobre la discriminación, y en varias ocasiones tú has explicado que en Chile no sólo se discrimina al mapuche, sino que al gordo, al flaco, al feo, etc. ¿Qué visión tienes al respecto?



-Las mujeres mapuches siempre luchan contra la discriminación. Es una muralla que nos acompaña desde el nacimiento, los gritos chocan contra ella y se devuelven en nuestra sociedad. Sin embargo más allá de esto yo no me sentí discriminada hasta que ingresé al colegio. Ahí caí en cuenta de que mi mundo Mapuche era muy pequeño, que había otro mundo mucho más grande que el mío (…) la sociedad chilena no posee una base sólida, es racista, discriminadora y clasista. No hay raíces, se inventó la historia, hasta la cueca… se hace necesario salir de la frontera, de la burbuja… las nuevas generaciones vienen aterrizadas, son conscientes, de a poco se descorren los velos…”

-¿Crees que la masificación de la obra indígena es mayoritariamente masculina debido a la crítica? ¿O existe otro factor? 
-Creo que las puertas de la literatura se abrieron un poco más tarde para la  mujer, porque así ocurrió como en todo el mundo y en el pueblo Mapuche no es distinto a otro pueblo, creo que es un factor universal que la mujer vaya un pasito más atrás que los hombres…

-¿Cómo describirías tu quehacer poético?
-Un quehacer intenso, infatigable. Escribir es respirar…es un asunto de vida o muerte…aunque se gana poco, no trabajaría en otra cosa. No sería yo sin escribir…no sería feliz.

A Guadalajara
 Sus ojos se iluminan. Comenta lo agradecida que se siente por este “don” y se emociona al recordar que gracias a su escritura, estuvo declamando poesía en China, con escritores como Saramago y Padrón y que actualmente forma  parte de la comitiva de escritores que asistirá a la Feria del Libro en Guadalajara.

Hace algunos años en una entrevista señalaste que el panorama literario Mapuche era malo y seguiría siéndolo… ¿Lo sostienes?
-Sí. El panorama cultural seguirá siendo malo al menos las próximas dos generaciones. Somos muy pocos y debo ser realista.
Comenta un hecho interesante y paradójico: en los próximos días, se publicaría un libro llamado Invisibles, que trata sobre los mapuche más importantes de Chile, en el cual estarían incluidos ella y Andrés Caniulef (como el mapuche más importante en los medios masivos), que paradójicamente sería exportado y escasamente difundido en nuestro país (…).
Es decir, seguirán siendo igual de invisibles para la sociedad chilena., pienso.  Ella me miró y lo que leí en sus ojos me bastó y me sobró para entender que coincidía con lo que yo acaba de señalar…


-¿Cómo enfrentas la falta de espacios culturales en nuestro país?
- No hay espacios, por eso viajo.

(Y yo me pregunto si es que acaso esos viajes le han significado un reconocimiento en nuestro país…). Hace poco estuviste en Argentina. ¿Cómo fue la experiencia en el Festival de Rosario?
- Buena. Compartí con algunos escritores que ya conozco de otros festivales. El encuentro duraba tres días y yo estuve cinco… compartiendo y realizando talleres sobre La nación Mapuche, que básicamente consistía en poesía y cultura de mi pueblo.
Tras esto, suena su celular…  Al cortar comenta que tiene agendada otra entrevista y que debe retirarse en unos minutos más… en mi emoción, le pido que declame en mapudungun algunos de sus versos y me dedique unas palabras en los libros… El resto de nuestra conversación, se desarrolló vía virtual…



-La comunidad mapuche ¿sabe de tu labor? ¿Comparte tus logros?
-Pienso que al leer uno de mis textos se ven reflejados, ya que tenemos una historia en común y deben de alegrarse como yo, cuando veo que a un hermano(a) le está yendo bien. Y los jóvenes mapuches saben más de mis textos que los mayores.

-Respecto de los conflictos políticos... ¿Cuál es tu visión del tema? ¿Crees que tu labor como escritora pueda ayudar a descorrer los velos de la ignorancia al respecto? 
-Es que el pueblo mapuche no tiene ningún CONFLICTO de ninguna especie, ya que lo tenemos todos como sociedad y, es una parte de la sociedad chilena que hace creer a la otra que tenemos un conflicto porque lamentablemente esta sociedad carece de cultura a la cual asirse, no tiene raíces, cultura, es decir es una sociedad bastarda. En consecuencia, la sociedad chilena tiene su cuna en los pueblos originarios, pero la niegan y reniegan…

Como bien dice su poema Salmo 1492:
Nunca fuimos el pueblo señalado//pero nos matan en señal de la cruz.

La conocerán por sus letras

-¿Cuál de tus libros es el que te gusta más? ¿Existe algún texto favorito?, ¿por qué?
-De mis poemas el que más me gusta y leo siempre es La vida y la muerte se hermanan, pero creo que el libro que más me gusta, a la fecha es el de Las putas williche, porque es un libro atrevido y sin tapujos, además es la voz de las mujeres, las cuales por siglos no habían tenido el poder de dar a conocer sus emociones.
 Sobre el poema, resuenan lejanos esos versos con los cuales comienza:
 Al mirar atrás// puedo ver el camino// y las huellas que voy dejando.
A su orilla árboles milenarios se alzan//con algún cruce de amargas plantas.

Y el valor de las enseñanzas:
Es tu vida// -me dijo- una vez mi padre//colocándome un puñado de tierra en la mano.//La vi tan negra, la sentí tan áspera.//Mi pequeña palma tembló.//Sin miedo -me dijo-//para que no te pesen los años. (…) De enseñanza simple era mi padre//con su naturaleza sabia.//Al hermanar la vida y la muerte//en el centro de mi mano//y no temer cuando emprenda el camino//hacia la tierra de mis antepasados.//Abrimos nuestros dedos//y de un soplo retornó la vida//al pequeño universo de mi palma.


-¿Cómo es el proceso de publicación de tus libros? ¿Participas de él?
-Desde la primera hasta la última letra me involucro en la edición. He podido publicar por medio de los fondos estatales, es decir, el Estado me ha devuelto una mísera parte de lo que me ha robado (…) aunque mis primeras publicaciones fueron auspiciadas por mi propio bolsillo. 

-En resumidas cuentas: ¿Cómo ha sido tu vida fuera de Walinto?
-Buena. Porque me ha ayudado a decir, a contar historias. Yo no tengo miedo a las palabras, pues sé que digo la verdad…

- ¿Regresarás algún día al sur?
-Volveré a morir.

-¿Te gustaría ser más conocida de lo que eres actualmente?
-No como persona, lo que me gustaría que conocieran más mi literatura, ya que ése es mi objetivo.

-Para terminar… tu apellido significa "garra de tigre" ¿Te sientes identificada? ¿O existen otras características que te definen más?
-Completamente identificada con mi apellido del linaje de los nawel, esas garras me ayudan a defenderme de la discriminación, racismo y clasismo; características que tiene muy marcada la sociedad chilena.
Tras su partida resuenan en mi cabeza todas y cada una de las palabras que le escuché decir… y a pesar del nudo en la garganta… me siento absolutamente impactada por la fortaleza, seguridad y riqueza del mundo interior de esta gran mujer, oriunda de la comunidad Walinto y que vino a Santiago a buscar un espacio para difundir su voz e historia, en el fogón de su reminiscencia  desde los olores sureños y los ecos de su antepasados…  y que a partir de hoy ha fracturado mi memoria con el zarpazo dulce de su testimonio…


Para conocerla más…


Sus mayores tristezas han sido las pérdidas de los seres queridos: madre, padre, hermano; sus alegrías son  su trabajo y el nacimiento de algún integrante de la familia; su  temor es perder la memoria; su sueño es tener el tiempo suficiente para poder escribir todo lo que quiere; su utopía: ganarse el nobel, ayer; sus rabias: las injusticias de toda índole; sus metas: escribir hasta el día de su muerte y en cuanto a sus pasiones,
señala que son “Todas las artes”, y añade en un tono de confidencialidad “pero no más que las copuchas: soy copuchenta”


Hoy//en mi pueblo//el hambre es rebeldía//y la poesía una máscara//donde oculto el verso amargo//alimento de este canto//                                            y en la boca de mi pueblo//la tortura de cada día.

http://www.gracielahuinao.cl/


Escrito por Carla Guerén Araya
















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