¿Todos somos mapuche?

¿Todos somos mapuche?

domingo, 7 de abril de 2013

¿Todos somos mapuche?

O cuando de la ignorancia nace la vergüenza

Cuando se piensa o se habla del pueblo mapuche en los colegios, la primera relación que establecen los alumnos es que son diferentes a “nosotros”, y que son flojos o que les gusta reclamar por todo y se enfrentan así a quienes plantean que son un grupo de personas a la que se le ha quitado sus tierras injustamente, ejerciendo mucho poder sobre ellos, despojándolos de su pasado y de su posibilidad de futuro.

El punto de unión entre ambas miradas es que ninguna de ellas considera a los mapuche como un eje central en la construcción de la identidad nacional y formación del país. Es decir, lo ven como algo lejano.

Como lo consideran algo distante, del sur o de gente que tiene menos recursos, suele pasar que en colegios particulares del sector oriente de Santiago, utilicen a este pueblo originario como un ejemplo burdo para ofenderse entre los propios alumnos, frente a los mismo profesores, quienes impertérritos ante la situación y no dicen nada e incluso son capaces de fomentar dicha discriminación entre los jóvenes.

Es increíble pensar que personas que reciben, supuestamente, una educación de mejor calidad sean capaces de ser tan ignorantes a la hora de hablar. Tal vez no sea culpa absoluta de los adolescentes, sino que el peso también se deposita en los docentes, pues son ellos los que forman a las personas del mañana, pero que las han ido deformando a su antojo y llenando de prejuicios.

Prejuicios que se acrecientan con la manipulación de información que realizan los medios  y de cómo entregan una imagen errada y distorsionada de la desvalida realidad en la que viven. Asimismo,resisten permanentemente ante la hegemonía de un país que no tiene memoria y que únicamente se ha dedicado a menoscabar las necesidades de personas que son tan iguales o mejores que los llamados “chilenos”.

Por otra parte, en colegios subvencionados o municipales la situación es otra. Hay muchos estudiantes con apellido mapuche y tienen familiares directos, pero ellos no son quienes se mofan, sino que son los afectados directos por sus pares, que a esa edad pueden ser los seres más hirientes y no miden las consecuencias o traumas que pueden generar posteriormente en sus compañeros. Simplemente los afligidos callan y viven como una vergüenza una descendencia que es castigada socialmente.

Entonces si es conocimiento popular que los mapuche resistieron los españoles, a los chilenos y a todo obstáculo que se les antepusiera, ¿por qué el sistema se empeña en seguir humillándolos, marginándolos y olvidándolos, para luego enaltecer el pecho y decir que están orgullosos de sus raíces?

Pues es ahí donde el profesor debe concentrar su foco de atención, derribando los mitos que se generan, informándolos desde distintas concepciones que se tuvieron y se tienen de ellos, para formar futuros adultos que sean capaces de tener una análisis crítico de los hechos que pasan y no seres alienados que se dejan llevar por el poder centralizado y aprendan, finalmente, que no se debe tener vergüenza por asumir quiénes son y de dónde vienen.

escrito por Evelyn Orellana M